lunes, 28 de febrero de 2011

Bosques de cuento.

Es curioso el poder de ciertas imágenes. Este bosque de hayas trasmochas, perdido en un rincón del Parque Natural del Gorbea, hubiera pasado más o menos desapercibido, o conocido solo por unos pocos, de no ser porque una fotografía de Isabel Díez  lo rescató del sueño de los justos y nos mostró a todos sus grandes posibilidades estéticas.  Desde entonces se ha convertido un lugar de peregrinación para fotógrafos, que recorren en ocasiones cientos de kilómetros para desplazarse hasta su mágico entorno, y probablemente sea uno de los bosques más conocidos de todo el estado.


Fue la actividad humana la que conformó este bosque (y otros muchos de Euskadi), produciendo carbón vegetal para las ferrerías de la vega minera, trasmochando año tras año las ramas de cada árbol desde una altura que facilitara el trabajo, y que, abandonada ya esta actividad, les da esa forma tan característica de candelabro.




Con niebla o sin ella, con lluvia o secos, con hojas o sin ellas, en otoño o en primavera, estos bosques siempre ofrecen un aspecto de cuento, y por más veces que se visiten uno siempre encuentra una nueva composición, o un matiz de color, o una sensación que justifiquen extender el trípode y disfrutar fotografiando cada rincón.



Tener un buen surtido de imágenes de estos bosques en el portfolio es el sueño de cualquier fotógrafo paisajista.





domingo, 27 de febrero de 2011

Dos hermanas.

En los bosques de Zeanuri, dentro del Parque Natural de Gorbea,
viven escondidas dos bellísimas hermanas de cabellos plateados.
La mayor de ellas, de puro crecida, se mostraba ayer inasequible,
así que me entretuve escuchando los cánticos de la hermana pequeña.

La hermana mayor.
EOS 1DMkII + 17-40. ISO 100 Trípode, polarizador y 
degradado neutro de un paso(en todas).



La hermana pequeña.


Entorno.


Vista frontal.

viernes, 25 de febrero de 2011

Temporal

El último temporal ofreció memorables imágenes en el 
entorno de San Juan de Gaztelugatxe, a pesar del moderado
tamaño de las olas, que no superaron los cinco metros
Fotografías obtenidas con focales de 200 y 300 mm,
 ISO 100 y velocidades de 1/800 a 1/1000 para congelar
 el movimiento del agua.  Equipo Canon y objetivos L